Unos pocos bienes, en su mayoría tradicionales, aumentaron su
presencia en el mercado internacional. De mantenerse esta
situación, el país no cumplirá la meta de ser más competitivo con
despachos de valor agregado.
Unos pocos productos se salvaron de la fuerte caída de las
exportaciones colombianas entre enero y septiembre. Es más, los que
pasaron la prueba son, en su mayoría tradicionales.
Esto es una muestra de que los empresarios no están aprovechando el
dólar caro y de que el país se está alejando del objetivo de ser
exportador de bienes y servicios con alto valor agregado.
En términos generales, la caída de los despachos al exterior fue de
casi 35 por ciento. Mientras que entre enero y septiembre del 2014
el país exportaron bienes por 43.000 millones de dólares, en el
mismo periodo del presente año el reporte habla de apenas 28.000
millones de dólares.
De acuerdo con el último informe del Dane correspondiente a
septiembre, de un total de 87 partidas arancelarias que incluyen
los principales productos de exportación, 61 registraron caídas
respecto a su valor, en tanto que 45 lo hicieron en volumen.
Entre la reducida lista de productos que aumentaron su presencia en el mercado internacional figuran café, esmeraldas, filete de tilapia, cacao, y frutas frescas, que de alguna manera no exigen tanta sofisticación.
De todas maneras, en la lista también hay algunos tipos de confecciones, conductores y transformadores eléctricos. Los productos de mayor descenso fueron los de actividades extractivas, principalmente petróleo y minería. Por ejemplo, la disminución en aceites crudos de petróleo fue del 50 por ciento, y la del gas natural de petróleo fue del 60 por ciento.
SEÑAL PREOCUPANTE
Aunque la coyuntura actual es complicada, pues en muchos países la demanda está resentida, lo cierto es que los datos de exportaciones son un reflejo de las deficiencias de Colombia en materia de competitividad y sofisticación.
De hecho, la semana pasada el Consejo Privado de Competitividad advirtió que el bajo nivel de apertura comercial del país y la poca diversificación de las exportaciones están jugando en contra de la meta de llegar a ser la tercera economía más competitiva de la región.
Uno de los temas críticos es la concentración, no solo porque en su mayoría son materias primas, sino porque los 10 productos colombianos que más se exportan representan el 67 por ciento del total nacional.
Aunque la diversificación toma tiempo, entidades como ProColombia ya tienen definidas unas apuestas, que están en sectores como plásticos, empaques, materiales para la construcción, dispositivos médicos, maquinaria y equipo eléctrico y autopartes.
Entre tanto, otras voces han insistido en que el país se vincule a las cadenas globales de valor para adquirir conocimiento y llegar a más mercados.
Visto bajo el lente de los socios comerciales la concentración es menor, pero hay una dependencia significativa de los Estados Unidos.
En este punto, el Consejo de Competitividad señala que “el país no puede darse por satisfecho con los avances logrados hasta el momento en materia de acuerdos comerciales”.
Con esto, hace referencia a que es necesario retomar la agenda de negociación de tratados de libre comercio, enfocados especialmente en el mercado asiático.
De todas formas, mientras pasa el chaparrón, Colombia no puede bajar la guardia en los temas transversales que sirven como base para diseñar una mejor oferta exportable, como las facilidades en logística, la reducción de costos de transporte y el tema tributario, entre otros.
El Dane reportó que en el quinto mes del año el valor de
las importaciones llegó a 4.439,6 millones de dólares, lo
que representó una caída de 18,1 %.
Esa variación obedeció principalmente a la caída en el grupo de
combustibles y productos de las industrias extractivas (33,0 %),
manufacturas (17,6 %) y agropecuarios, alimentos y bebidas (7,5
%).
La disminución de 33,0 % en las importaciones de combustibles y productos de las industrias extractivas, obedeció a las menores compras externas de gasóleos en 44,7 %, y gasolina para motores y otros aceites ligeros con 33,4 %, contribuyendo en conjunto de manera negativa con 32,7 puntos porcentuales.
Las manufacturas pasaron de US$4.026,0 millones en mayo de 2014 a US$3.317,7 millones en el mismo mes de 2015, disminuyendo 17,6 %.
Este comportamiento se produjo por la baja en las compras externas de otros equipos de transporte (49,3 %), hierro y acero (32,2 %), máquinas de oficina y máquinas de procesamiento automático de datos (29,5 %), productos químicos orgánicos (21,2 %), aparatos y equipo para telecomunicaciones y para grabación y reproducción de sonido (17,7 %) y vehículos de carretera (16,6 %), restando en conjunto 10,3 puntos porcentuales.
Así mismo, productos agropecuarios, alimentos y bebidas pasaron de US$638,4 millones en mayo de 2014 a US$590,2 millones en el mismo mes de 2015, descendiendo 7,5 %, debido principalmente a la reducción en las compras externas de cereales y preparados de cereales (13,8 %), aceites y grasas fijos de origen vegetal, en bruto, refinados o fraccionados (17,2 %), y pescado, crustáceos, moluscos e invertebrados acuáticos y sus preparados (20,1 %), restando 7,6 puntos porcentuales a la variación total del grupo.
En contraste, aumentaron las compras externas de bebidas (88,0 %) con una contribución de 1,8 puntos porcentuales.
Del valor total de las importaciones declaradas en mayo de 2015,
las manufacturas representaron el 74,7 %, los productos
agropecuarios, alimentos y bebidas el 13,3 %, y los combustibles y
productos de industrias extractivas el 11,2 %.
En los primeros cinco meses del año las importaciones colombianas cayeron 10,2 % frente al mismo periodo del año anterior, principalmente por el descenso de 35,1 % en las importaciones de combustibles, al pasar de US$3.771,7 millones de dólares en 2014 a US$2.447,1 millones de dólares en 2015.
La caída más importante se presentó en los productos provenientes de Estados Unidos con 12,3 %, al pasar de US$7.892,4 millones en 2014 a US$6.921,7 millones en 2015, debido principalmente a las menores compras externas de combustibles y aceites minerales y sus productos con 40,5 %.
De otra parte, en los primeros cinco meses del año se registró un déficit en la balanza comercial colombiana (exportaciones menos importaciones) por US$5.930,8 millones.
En el pliego de modificaciones presentado por el gobierno al proyecto de reforma tributaria se proponía crear una sobretasa especial de 2 por ciento del valor FOB de las importaciones por concepto de los servicios aduaneros prestados. Aunque de acuerdo con los ponentes, se acordó cobrar la tasa a partir del 1,2 por ciento aún no quedan totalmente despejadas las dudas sobre la naturaleza de la misma, el órgano competente en Colombia para establecerla y si se cumplen con los compromisos adquiridos por el país dentro de la Comunidad Andina. Colombia se comprometió, dentro del programa de liberación del Acuerdo de Cartagena a liberar de gravámenes y restricciones a las importaciones de productos originarios de los países miembros.
El concepto de gravamen es muy
amplio y, según el artículo 72 del Acuerdo, comprende no solo a los
derechos de aduana propiamente dichos sino también a todo recargo
de efecto equivalente. Si bien el mismo artículo establece que no
quedan comprendidos dentro de este concepto las tasas y recargos
análogos cuando correspondan al costo aproximado de los servicios ,
tanto la Secretaría de la Comunidad Andina como el Tribunal Andino
de Justicia, han considerado, en varios casos similares, que el
establecimiento de una sobretasa a las importaciones del 2 por
ciento es un gravamen y por lo tanto su establecimiento esta
prohibido. Al respecto puede verse el fallo emitido por el Tribunal
Andino de Justicia (Proceso No. 25-AI-99) que decidió la acción de
incumplimiento interpuesta por la Secretaría General de la
Comunidad Andina contra la República de Venezuela. EL Gobierno de
Colombia en observaciones presentadas en este caso, comunicación
del 26 agosto de 1998, y otros casos, ha sostenido que medidas de
esta naturaleza constituyen un nuevo gravamen sea cual sea la
denominación que reciban y las modalidades como se
perciban.
Teniendo en cuenta estos antecedentes resultaba claro que la sobretasa propuesta del 2 por ciento del valor de los servicios aduaneros no es una tasa, si se entiende por tal una contrapartida directa y personal que se paga por el máximo del costo de un servicio, sino una medida de efecto equivalente a un arancel que forma parte de un conjunto de medidas para obtener nuevos recursos con el fin de resolver el déficit fiscal. La reducción a partir del 1.2 por ciento puede estar en la dirección correcta si se demuestra que es una devolución de los servicios prestados, y siempre que no sea una tarifa variable.
Finalmente, la Constitución de 1991, considerado a los aranceles como un instrumento de desarrollo económico y no como un arbitrio rentístico, estableció, en los artículos 150 y 189, que en esta materia corresponde al Congreso establecer leyes marco y al Gobierno, dentro de los parámetros fijados en ellas, modificar los aranceles. Pero ahí no terminan las cosas porque Colombia negocio en la Comunidad Andina un Arancel Externo Común y la competencia para modificar los niveles arancelarios corresponde hoy, de acuerdo con la Decisión 370, al Consejo Andino de Coordinación Arancelaria. Solamente en caso de emergencia nacional, calificada previamente por la Secretaría General, un país miembro puede diferir el Arancel Externo Común por un plazo máximo de tres meses, prorrogable a juicio de la misma.
De acuerdo a todo lo anterior el establecimiento de una sobretasa arancelaria a las importaciones la debería tomar el Consejo Andino de Coordinación Arancelaria en la medida que no se pueda justificar como una tasa. Si se insiste en que el Congreso tome esta medida no solamente podría estar sujeta a una acción de incumplimiento ante el Tribunal Andino de Justicia sino también a acciones internas de inconstitucionalidad.
Jack Ma, presidente ejecutivo de
Alibaba, es considerado el hombre más rico de China.
Son personas con una edad promedio
de 51 años y cuyas fortunas superan los 81 millones de
dólares.
El número de multimillonarios chinos, aquellos que poseen un mínimo de 500 millones de yuanes (unos 81 millones de dólares), ha alcanzado un récord.
El informe sobre la riqueza en
China, elaborado por el Banco Mingsheng y el Instituto de
Investigación Hurun, aporta datos de 2014, y muestra un incremento
considerable respecto a la información recopilada desde 2008 y
hasta 2013, cuando la lista no superó los 1.000 nombres.
Se trata del mayor número que registra Hurun en los 15 años que lleva publicando su lista anual de los más ricos del país, al estilo de la revista estadounidense Forbes, indica el oficial China Daily.
En conjunto, el valor de los activos de los multimillonarios del país alcanza los 31 billones de yuanes (unos 5 billones de dólares), unas diez veces el PIB anual de Noruega o veinte veces el de Filipinas, añade el informe.
Por primera vez en este tipo de
estudios publicados en China, se publican detalles de las personas
que se incluyen en la lista, como dónde viven, cuánto han acumulado
o el tipo de trabajo que desempeñan.
De media, todos ellos tienen unos 51 años de edad y activos por valor de 1.820 millones de yuanes (unos 296 millones de dólares). La mayoría son emprendedores, promotores inmobiliarios o inversores profesionales y no residen en ciudades de "primer orden" como Pekín, sino en urbes de "segundo rango" en el país, como Shenzhen, limítrofe con Hong Kong.
Entre ellos, 300 tienen al menos
10.000 millones de yuanes (unos 1.600 millones de dólares), 2.900
poseen desde 2.000 a 10.000 millones de yuanes (de 325 a 1.600
millones de dólares), 5.100 de 1.000 a 2.000 millones de yuanes
(162 millones a 325 millones de dólares ) y el resto, de 500 a
1.000 millones de yuanes (de unos 81 a 162 millones de
dólares).
El fundador de la lista Hurun,
Rupert Hoogewerf, atribuyó el récord registrado al rápido
crecimiento económico de China y a la mejora del mercado
bursátil.
El estudio muestra que los
multimillonarios son optimistas con el ambiente de negocios actual
y la mitad de ellos piensa que en los próximos tres años será cada
vez más fácil obtener préstamos.
En su opinión, la economía global
mejorará y los emprendedores disfrutarán de un mejor "estatus
social", si bien sólo una tercera parte de ellos consideró que
obtendrán mayores beneficios que en la actualidad. Un 80 por ciento
de estos adinerados chinos planeaban invertir en el extranjero y la
mitad de ellos ya estaban haciéndolo.
Alrededor del 45 por ciento invirtieron en joyas y jade, mientras que otro 29 por ciento manifestó coleccionar obras de arte de pintura y caligrafía.